miércoles, 2 de septiembre de 2009

La derecha apesta.

¿Qué va a ser de nosotros?
Tengo miedo. Si, lo reconozco, tengo miedo a las próximas elecciones nacionales, miedo a los resultados, miedo a los teóricos ganadores , miedo a su política prepotente y austera mezclada con su exasperación contra todo lo que se le interponga en su camino hacia el poder. Pero lo que mayor temor infunde en mí, es la rapidez con la que olvidamos o excluimos de nuestros pensamientos algunas de las mayores injurias, calumnias y mentiras que la retrograda derecha de nuestro país vierte para el regocijo de neoconservadores de puro y copa.
A nadie ya le impresiona que el gobierno de José María Aznar subvencionara la Asociación “Francisco Franco”, tampoco que declare que todos los votos que no reciba el partido popular son votos a favor de ETA ,en cambio las 2000 flexiones diarias o su record en atletismo el cual sacó a la luz en una conversación con uno de las personas más cultas y sensatas que podemos conocer, George W. Bush con un tiempo de 5 minutos y 10 segundos en un desplazamiento de 10 kilómetros( que si he calculado bien esta entorno a los 108 kilómetros hora) , tiempo como mínimo portentoso, si conmemoramos con una medalla a la chulería. Pero es una mera anécdota comparado con el desprecio y burla con la que trató a súbditos, perdón, ciudadanos con el golpe bajo en la participación de forma activa y airada en la tan famosa ya guerra de Irak. La provechosa imagen de España por el mundo como los mejores ayudantes del las potencias morales y caritativas en contra de los peligrosos islámicos terroristas (y si me apuran en contra de un complot judeo-masónico en contra de España), dirigidas por George W. Bush que no solo destaca por su inteligencia y tolerancia sino con su gran visión empresarial con destacadas acciones en empresas petrolíferas.
Dejando de lado esta imagen chulesca y altanera, “quién te ha dicho a ti que conduzcas por mí”, nos queda la cruda realidad de los recortes en materias de educación, sanidad y prestaciones sociales. Esta doble moral que se refleja cada vez con mayor ímpetu entre lo que para ellos es deseable y lo que aplican cada vez se desgarra con una mayor notoriedad, como “resguardan” a sus compañeros a pesar de sus sospechosas amistades peligrosas y sus coqueteos con las irregularidades, pero a cambio piden dimisiones a diestro y siniestro ante cualquier elemento que no sea de su agrado. El PP quiere representar la legalidad y honestidad pero muchas de sus alcaldías no respetan la ley de memoria histórica comportándose de forma vomitiva con un cierto repunte de frialdad que desespera, mientras que siguen sin castigo acusaciones del tipo: “cada voto que no venga al partido popular, también va a servir un voto para consolidar la presencia de los terroristas en las instituciones”, José María Aznar. Que se debe hacer ante esto, si reír o mostrar una mueca de incredulidad. Quizás no recuerde que en un tiempo no muy lejano para el PP ETA no era una banda armada sino un movimiento de liberación del pueblo vasco. Para colmo hay que soportar a los pequeños cuervos que revolotean por migajas en forma de periodistas con un complejo de superioridad, siempre detrás de un micro alentando a las reducidos intelectos que escuchan con una mediocre sonrisa esperando la siguiente mentira para aumentar la audiencia. Para que hablar del papel de nuestra Iglesia Católica que representa a sus fieles devotos, y como buenos pastores encarrilan a su rebaño con sus arengas políticas en las misas que se pusieron de moda justamente en los gobiernos progresistas (será que antes vivirían mejor).Como apasionado a la política me encantaría ver como se desenvolverían estos políticos ante la crisis pero con el “apego” que le tengo a mi salud me hace recapacitar ante estas ideas suicidas. No necesito filosofía barata, tampoco doble moral ni un cursillo en bravuconería, España necesita más medidas sociales, menos privatizaciones y un poco más de respeto hacia sus ciudadanos. Salud y República.

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